¡Novedad! Financiación hasta en 24 meses sin intereses ni comisiones. Más info aquí
La fecundación in vitro en ciclo natural
Tal y como hemos comentado con anterioridad, la fecundación in vitro en ciclo natural es un tratamiento de fertilidad que consiste en la extracción del óvulo de mayor calidad de los que produce la mujer de manera natural cada mes. Posteriormente, el ovocito se fecunda en el laboratorio de FIV y el embrión se transfiere al útero de la paciente.
Algunos de los beneficios de realizar una FIV en ciclo natural, en comparación con la convencional, son la ausencia de medicación y de anestesia al realizar la punción ovárica, además de una reducción tanto en el tiempo que la mujer pasa en quirófano, como en el coste del tratamiento.
El primer embarazo con éxito mediante fecundación in vitro se realizó en un ciclo menstrual sin estimulación ovárica, aprovechando el único ovocito que de forma natural desarrolla la mujer cada mes. El principal inconveniente de estos ciclos era su alta tasa de cancelación, fundamentalmente debida a la ovulación prematura, lo que ocasionaba que en la punción folicular ya no pudiera recuperarse el óvulo y, por tanto, frenándose en seco la posibilidad de disponer de un embrión para transferir.
El desarrollo de los antagonistas de la GnRH, cuya administración evita la secreción de las hormonas que desencadenan la ovulación, reavivó el interés por la posibilidad de llevar a cabo una FIV sin necesidad de medicación, con el consecuente ahorro para los pacientes tanto a nivel económico como físico y evitando las incomodidades y riesgos de la estimulación ovárica.
En los países del norte de Europa existe una amplia experiencia con los tratamientos de FIV en ciclo natural. En un estudio multicéntrico llevado a cabo en Países Bajos, la tasa de embarazo acumulada tras 3 intentos fue del 20 %, con una tasa de implantación (es decir, el número de embriones que se ‘pegan’ al endometrio del total de embriones transferidos) de un 25,7 %, comparable a la obtenida en un ciclo de FIV convencional.
Para justificar estos resultados, se han propuesto como posibles causas:
- Que de todos los ovocitos de la mujer, el que se encuentra en el folículo dominante sea el de mayor calidad, dando lugar al embrión con mayor potencial de implantación.
- Que la receptividad endometrial sea peor en el ciclo estimulado, por los niveles elevados de estradiol que se alcanzan con la medicación hormonal.
En base a estos resultados, la FIV en ciclo natural se convierte en una alternativa a los protocolos de estimulación convencionales en aquellas pacientes jóvenes (menores de 35-37 años), en las que no deseen estimulación hormonal o presenten alguna contraindicación para la misma, aquellas mujeres que por cualquier motivo quieran evitar un exceso de embriones para vitrificar o en las pacientes con muy baja reserva de ovocitos que difícilmente, aún con una estimulación agresiva, producirían más de un ovocito por ciclo.
Bárbara Castro
Ginecóloga