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Sangrado de implantación, ¿Qué es?
Cuando hablamos de implantación nos referimos al momento en el que el embrión se adhiere al endometrio. Si esto sucede sin ninguna complicación, este hecho marca el inicio de la gestación. Por norma general, suele pasar hacia el día 7, aunque puede ser más tarde, después de la fecundación. Sabiendo qué es la implantación, veamos a continuación qué es el sangrado de implantación y qué implica su aparición.
¿Qué es el sangrado de implantación?
Como vimos cuando hablamos sobre qué es la ovulación, el endometrio se prepara en la tercera fase del ciclo menstrual para recibir al embrión. Esto hace que el útero esté más irrigado que de costumbre y, cuando el embrión se adhiere a él, puede provocar la rotura de venas o arterias del endometrio, causando lo que conocemos como sangrado de implantación.
El sangrado de implantación está considerado como una de las señales que ayudan a identificar el embarazo con mayor facilidad, pero no les ocurre a todas las mujeres. La implantación tiene lugar en el útero, donde embrión y endometrio materno se encuentran. El útero está compuesto por muchas venas y arterias, y en esta fase del ciclo menstrual se encuentra irrigado porque el endometrio ha aumentado y cambiado su textura para albergar al futuro embrión y que se desarrolle en las mejores condiciones. El sangrado por implantación es una consecuencia natural de la adhesión del embrión al endometrio.
¿Cuándo se produce el sangrado de implantación?
Este proceso que acabamos de explicar es lo que conocemos como sangrado de implantación. No se produce en todas las mujeres, pero en caso de que sí, tiene lugar entre los diez y los catorce días posteriores a la fecundación. Con la implantación comienza una fase nueva, en la que el cuerpo de la mujer sintetiza la hormona Beta-hCG, que posteriormente se analiza para confirmar si hay embarazo.
¿Cómo es el sangrado de implantación?
Podrás identificar el sangrado de implantación, y diferenciarlo de la menstruación, porque se caracteriza por ser un sangrado más ligero que en el segundo caso. Su color es rojo oscuro, casi marrón, pero menos intenso, y su textura es más fina. Tanto la duración como la intensidad son variables. Esto es, que puede durar desde unas horas hasta unos días, pero con una intensidad menor que en un sangrado por la regla. Por último, en cuanto a la cantidad, es más leve y se produce de manera intermitente. En algunas mujeres es posible que el color sea rosáceo o incluso rojo, pero lo distinguirás de la menstruación porque es más ligero.
¿Qué significa el sangrado de implantación?
Como decíamos, el sangrado de implantación no se produce en todas las mujeres. Que se produzca no es algo malo, pero que no lo haga tampoco lo es. Este sangrado no es algo fijo, por lo que, por ejemplo, una misma mujer con dos embarazos puede tener sangrado de implantación en uno sí y en el otro no. Por tanto, que se produzca este tipo de sangrado no es un indicativo de que algo vaya mal ni de que el bebé o el desarrollo del embarazo estén en riesgo. Si bien es cierto que los abortos suelen manifestarse mediante el sangrado, igual que hemos comentado con la menstruación, podrás distinguir el tipo de sangrado por ser más intenso e ir acompañado de dolores y sintomatología distinta que en el caso de la implantación.
Como siempre te decimos, en caso de duda e inquietud lo mejor es contactar con tu ginecólogo. Él es quien podrá confirmarte si se trata de un sangrado de implantación o no.
En Minifiv podemos ayudarte si no consigues un embarazo natural y te asesoraremos sobre cualquier incidencia que ocurra en tu gestación, siempre estudiando tu caso de forma personalizada para que puedas cumplir tu sueño de ser madre. Puedes ponerte en contacto con nosotros llamándonos al teléfono 900 053 653 o dejándonos tus datos en nuestro formulario para solicitar tu primera visita gratuita a la clínica Minifiv.