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La relación entre alimentos y fertilidad
¿Existe una relación entre lo que comemos y el éxito de un tratamiento? La nutrición fértil te puede ayudar a optimizar tus posibilidades de conseguir el embarazo. Sigue nuestros consejos.
La relación entre alimentos y fertilidad es una preocupación habitual entre las pacientes que se someten a tratamientos de reproducción asistida. Según el Dr. Alfonso Bermejo, director médico de Minifiv, la alimentación es un factor clave para optimizar las posibilidades reales de embarazo de las pacientes.
En palabras del Dr. Bermejo, “la nutrición fértil ayuda a que cada paciente esté en las mejores condiciones posibles para enfrentarse a un tratamiento, en base a sus características previas”.
¿Qué es la nutrición fértil?
Nos referimos a nutrición fértil para hablar de aquella alimentación que optimiza la consecución del embarazo aportando los nutrientes que intervienen en la bioquímica de la fertilidad. Los nutrientes que se encuentran en los alimentos intervienen en todas las funciones corporales, y esto incluye también la fertilidad. Los nutrientes son necesarios para su regulación ya que aportan vitaminas y minerales a órganos que son esenciales para la reproducción, como por ejemplo la glándula tiroidea, los testículos, los ovarios y la hipófisis.
Más allá de que existan alimentos que ayudan a la fertilidad, hay órganos imprescindibles para el éxito de un embarazo que necesitan determinados nutrientes para su funcionamiento. Aquí tienes unos ejemplos:
- La hipófisis es una glándula que controla las hormonas que se encargan de regular el ciclo ovulatorio y la producción espermática. Necesita vitaminas de complejo B que se encuentran en cereales integrales, como el arroz.
- La progesterona es la hormona que produce el embarazo, y para su producción es imprescindible el betacaroteno, que encontramos en vegetales de color naranja como la zanahoria, calabaza, melón y mango.
- Los gametos (óvulo y espermatozoide) también se ven beneficiados por el betacaroteno, que es una vitamina antioxidante. Mejora su calidad, protege el material genético que contienen y favorece la implantación de embriones.
- La testosterona es una de las hormonas que regula la producción de esperma, y el zinc (presente en la pipa de calabaza) es esencial para producirla.
- Para la producción de hormonas tiroideas, muy importantes para la fertilidad y el embarazo, el yodo es un gran aliado. La fuente del yodo es la sal marina sin refinar.
Dieta para la fertilidad
La dieta mediterránea ha demostrado ser beneficiosa en los tratamientos de fertilidad. Según un estudio de la revista Human Reproduction, las mujeres que siguen una dieta mediterránea durante los 6 meses previos al tratamiento de reproducción asistida tienen unas posibilidades más altas de conseguir quedarse embarazadas y dar a luz que las que no siguen esta dieta.
Lo que conocemos por dieta mediterránea se conforma por una serie de hábitos alimentarios:
- Alto consumo de frutas, verdura y legumbre.
- Consumir más carne que pescado.
- Usar el aceite de oliva como fuente principal de grasas.
- Mucha agua y poca o nula ingesta de bebidas azucaradas y alcohol.
- Consumo de alimentos frescos en detrimento de los procesados.
- Consumo diario de lácteos y cereales. Si son integrales, mejor.
- Consumo moderado de huevo.
En lo referente al factor masculino, la dieta mediterránea ayuda a mejorar la calidad de los espermatozoides gracias a su aporte de antioxidantes como la vitamina E y C. Para las mujeres, esta dieta ayuda a disminuir los problemas ovulatorios y mejora el desarrollo de los embriones.
En Minifiv somos conscientes de la importancia de los alimentos para la fertilidad, y es por eso que contamos con el servicio de Nutrición Fértil de Virginia Ruipérez, diplomada en Enfermería y especialista en Medicina Naturista. Además, es precursora “Método Naturista de Fertilidad”, que contempla la fertilidad humana desde un punto de vista biológico y engloba la alimentación saludable, la depuración del organismo, la sexualidad y el equilibrio mental y emocional. Tal y como afirma el Dr. Bermejo, los hábitos de vida, la nutrición, el ejercicio físico y el peso influyen en el éxito de un tratamiento y podemos optimizarlo. No solo para tener un hijo, sino para mejorar nuestra salud a largo plazo.