La progesterona y su importancia en el embarazo

Las hormonas son sustancias químicas que juegan un papel imprescindible en la consecución del embarazo. Nuestro cuerpo tiene un funcionamiento muy complejo, y precisa de una acción coordinada y regular de muchas hormonas. Entre ellas está la progesterona, que influye en la menstruación y en la lactancia.

Hoy hablamos de la progesterona, su función en el embarazo y qué sucede si los niveles están bajos.

¿Qué es la progesterona?

La progesterona es una hormona sexual femenina que se libera primero en los ovarios y después en la placenta. Sus funciones están relacionadas con el ciclo menstrual, el embarazo y la lactancia.

Recordamos que las hormonas son segregadas por las glándulas de nuestro cuerpo. Circulan por la sangre y se encargan de controlar las funciones de otros órganos. Comunican a las células lo que deben hacer en cada momento para cumplir con lo que el organismo necesita.

Además de la progesterona, entre las hormonas más importantes en el embarazo se encuentra, también, la gonadotropina coriónica humana (HCG). Esta se produce sólo durante la gestación y suprime la menstruación. Además, es la que te indica si estás embarazada mediante un test de orina o de sangre, ya que estos detectan su presencia.

Progesterona en el ciclo menstrual de la mujer

La progesterona se segrega durante el ciclo menstrual con el fin de preparar el endometrio para un futuro embarazo. El revestimiento del útero se engrosa para que el embrión pueda implantarse correctamente.

Esta hormona se libera en la fase lútea, es decir, tras la ovulación, y, si no hay gestación, los niveles de progesterona descienden. Es entonces cuando el útero se desprende de la capa que había generado y se produce el sangrado de la menstruación.

¿Para qué sirve la progesterona en el embarazo?

La progesterona en el embarazo también tiene muchas funciones. Una vez iniciada la gestación, el folículo que se había ovulado forma lo que conocemos como cuerpo lúteo. El cuerpo lúteo continúa secretando progesterona, que mantiene el tejido uterino de forma óptima para el desarrollo del feto.

Tras el parto, la progesterona sigue trabajando en la etapa de la lactancia materna, al preparar las glándulas mamarias para que secreten leche. Es, por tanto, una hormona que acompaña a la mujer desde su menstruación hasta el puerperio.

Niveles normales de progesterona

Como hemos comentado, los niveles de progesterona son fundamentales para favorecer la implantación embrionaria y el inicio del embarazo. Estos son los niveles considerados normales en cada fase del ciclo, de acuerdo con UC San Diego Health:

• De 0.1 a 0.3 ng/ml en niñas preadolescentes
• De 0.1 a 0.7 ng/ml en la etapa folicular del ciclo menstrual
• De 2 a 25 ng/ml en la fase lútea
• De 10 a 44 ng/ml durante el primer trimestre de embarazo
• De 19.5 a 82.5 ng/ml durante el segundo trimestre de embarazo
• De 65 a 290 ng/ml durante el tercer trimestre de embarazo

Progesterona baja: Causas y efectos secundarios

Los niveles de progesterona no siempre son regulares. Como hemos visto, cambian en función del ciclo o de la edad reproductiva. Si los niveles son bajos, puede deberse a distintas causas:

• Menopausia: Cuando finaliza la edad reproductiva de la mujer cesa la ovulación y los niveles de progesterona caen.
• Anomalías en el embarazo: Lo normal es que la progesterona esté alta durante la gestación. Una caída en los niveles puede deberse a un embarazo ectópico o una amenaza de aborto.

Progesterona en tratamientos de fertilidad

La progesterona también se suministra como fármaco. Hay medicamentos que incluyen esta hormona y se recetan para corregir irregularidades en la menstruación, evitar el riesgo de aborto cuando es alto o para potenciar las tasas de éxito de un tratamiento de fertilidad.

Nos explica la importancia de la progesterona en una FIV el Dr. Enrique García, director de miniFIV:

Cuando los niveles de progesterona están por debajo de lo adecuado, el endometrio no se prepara adecuadamente para el embarazo. Por lo tanto, esto afecta a la fertilidad, dificultando poder tener un hijo de manera natural o, incluso, en el contexto de un tratamiento de fertilidad.

Por ello, durante los tratamientos de reproducción asistida, vamos midiendo en sangre los valores de la progesterona, para asegurarnos de que sean los adecuados en función de la fase del ciclo en la que nos encontremos. Por ejemplo, si tras transferir un embrión los niveles en sangre de esta hormona están por debajo de 8.8 ng/ml, la suplementamos, además de por vía vaginal como se suele realizar en estos tratamientos, por vía subcutánea.

Además, fuera del contexto de la reproducción asistida, hay algunos síntomas como, por ejemplo, la existencia de un manchado escaso días antes de que baje la menstruación, que pueden alertarnos acerca de la existencia de una producción deficitaria de progesterona. Es lo que se conoce como insuficiencia de la fase lútea. Si esto se sospecha, puede suplementarse también a la paciente que está buscando gestación en casa con progesterona vaginal desde la ovulación hasta la fecha de la menstruación corrigiendo así esta posible causa de no implantación embrionaria.

Fuentes de progesterona natural

Ya sabéis que la fertilidad se puede potenciar de manera natural gracias a la alimentación. Por tanto, los niveles de progesterona también pueden mejorarse por esta vía. Estos son algunos de los nutrientes esenciales para la implantación:

• Antioxidantes: verduras de hoja verde, frutos rojos, tomates pimientos, zanahoria
• Vitamina B: cereales integrales, carne de pollo o cerdo, huevos
• Zinc: ostras, semillas, hígado de cerdo, frutos secos
• Ácidos grasos, Omega 3: pescados, mariscos, semillas, aceites

Es importante conocer cómo funciona tu cuerpo para entender las razones por la que puedes tener dificultades para conseguir quedarte embarazada. En miniFIV somos especialistas en protocolos suaves de estimulación hormonal, apostando por un embarazo lo más respetuoso posible para tu cuerpo. Llámanos o déjanos tus datos y te contactaremos para darte más información.