¡Novedad! Financiación hasta en 24 meses sin intereses ni comisiones. Más info aquí
El proceso de biopsia embrionaria
La biopsia embrionaria es un proceso mediante el cual obtenemos material genético del embrión mediante la extracción de una o varias células del mismo. Este material genético posteriormente se analizará para detectar posibles anomalías cromosómicas o enfermedades genéticas, con el fin de transferir aquellos embriones libres de alteraciones cromosómicas o de alteraciones genéticas.
Esta biopsia puede realizarse en el día 3 del desarrollo embrionario (embrión en el estadio de células) o en el día 5 o 6 del desarrollo embrionario (embrión en el estadio de blastocisto).
La biopsia embrionaria consiste en realizar una pequeña incisión en la zona pelúcida (la cascara) del embrión, que se realiza con la ayuda de un láser. A través de esta incisión se extrae una célula (si se realiza en el día 3 del desarrollo embrionario) o unas pocas (si se realiza en el día 5 o 6 del desarrollo embrionario). A continuación, las células extraídas son introducidas en un bote estéril para ser enviadas al laboratorio de análisis genéticos, que envía los resultados una vez obtenidos.
Una vez que el embrión ha sido biopsiado, se vitrifica a la espera del resultado del análisis genético y, si el resultado es favorable, se puede desvitrificar para realizar la transferencia. Si el embrión ha sido biopsiado en el día 3 del desarrollo embrionario, es cromosómicamente normal y ha alcanzado el estadio de blastocisto, puede ser transferido en el día 5 o 6 del desarrollo embrionario, sin necesidad de vitrificarlo (siempre que el resto de factores lo permita).
Director del laboratorio de FIV