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Clínica de fertilidad 3 abril 2014 | By Minifiv
Comité Editorial Blog miniFIV

Obesidad e Infertilidad

Tanto la obesidad cómo el bajo peso son factores influyentes cuando hablamos de fertilidad.

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Uno de los marcadores para analizar la distribución de la grasa en el cuerpo es el índice de masa corporal (IMC). Los parámetros normales están entre  20-25 Kg/m2 por tanto, variaciones superiores e inferiores se relacionan con una disminución de la fertilidad.
  • En el hombre. La obesidad está asociada a disfunción eréctil e incluso a una disminución de la actividad de los espermatozoides.
  • En las mujeres. Ante problemas de sobrepeso, se producen trastornos hormonales que les dificultaría el embarazo tanto de manera natural cómo con técnicas de reproducción asistida.
Los problemas más frecuentes por obesidad en las mujeres son:
  • El deterioro de la función ovárica y endometrial, implicando ello menores tasas de éxito en técnicas de reproducción asistida.
  • Riesgo de anomalías congénitas.
  • Mayor riesgo de preclampsia (tensión arterial elevada durante el embarazo).
  • Diabetes gestacional.
  • Mayores tasas de aborto.
El primer paso que debería dar una mujer con sobrepeso antes de enfrentarse a un tratamiento de reproducción asistida, será la reducción del peso. Con sólo una perdida del 5% o superior, la situación reproductiva de la paciente puede cambiar de forma significativa, pero la probabilidad de embarazo aumentará si la mujer logra salir del rango de obesidad (IMC >30).

Obesidad e Infertilidad

Consejos para disminuir de peso

Se aconseja seguir una dieta hipocalórica, disminuir las grasas saturadas, el aporte de glucosa, aumentar la cantidad de fibra, frutas, verduras… Sin embargo, el restablecimiento de los ciclos ováricos parece estar más relacionado con la restricción calórica que con los cambios en la composición de la dieta. Es importante subrayar que las dietas de choque para la disminución rápida de peso, pueden ser más deletéreas que beneficiosas. Se aconseja acudir a un profesional. Por otra parte, el ejercicio físico moderado, adaptado a la condición física de la paciente (paseo enérgico, bicicleta…), realizado de manera regular durante, aproximadamente, media hora diaria, ayudará a mantener el peso perdido y a no recuperarlo.