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Nutrición y fertilidad: ¿alimentos crudos o cocinados?
Habitualmente nos preguntamos si es mejor tomar los alimentos crudos o cocinados. Si hablamos de fertilidad, los alimentos crudos tienen determinadas propiedades, al igual que los cocinados. Hoy Virginia Ruipérez, de Fertilidad Natural, nos habla de la cocción de los alimentos relacionada con la fertilidad. Algunos alimentos mantienen mejor sus propiedades si se consumen en crudo. Os lo contamos y os dejamos algunas recetas para un menú más fértil.
Alimentos estacionales
En primer lugar, conviene recordar que la medicina naturista apuesta por elegir alimentos propios de cada estación. Es decir, que según la época estacional deben predominar unos u otros, ya que cuando tomamos alimentos de la estación, estos aportan nutrientes que protegen nuestra salud en relación con la época del año que estamos.
Un ejemplo claro son los cítricos como la naranja o la mandarina, que se producen justo en los meses más fríos de otoño e invierno y son ricos en vitamina C. Una de las características de este nutriente es fortalecer nuestro sistema inmunitario para prevenir las infecciones que precisamente aumentan con el frío.
Ventajas de los alimentos cocinados
¿Sabías que hace dos millones de años cocinar los alimentos dio al hombre una ventaja esencial para su supervivencia?
Cocinar permitió al hombre en el Neolítico beneficiarse de una variedad de alimentos mucho más amplia y nutritiva de la que tenían a su disposición.
Además, masticar la comida cocinada requiere menos esfuerzo y los alimentos resultan más digestivos y nutrientes. Por ejemplo, las proteínas de la carne y los hidratos complejos del arroz se asimilan mejor. Por último, la cocción destruye las bacterias patógenas, ya que la mayoría no sobrevive a temperaturas superiores a los 70º C.
Fertilidad: ¿alimentos crudos o cocinados?
Sin embargo, es cierto que la cocción de los alimentos hace que estos pierdan algunas propiedades para la salud y la fertilidad. Esto se debe a que ciertos nutrientes se alteran con el calor y nuestro cuerpo ya no los pueden utilizar. Este es el caso de las vitaminas termosensibles, que son sustancias particularmente frágiles y cuya estructura se altera bajo los efectos del calor de la cocción. Esto provoca la pérdida de su efecto protector de la salud y la fertilidad.
En concreto nos referimos a la vitamina E de la almendra y la vitamina C de una manzana, ambas vitaminas esenciales para proteger y optimizar la fertilidad.
La vitamina E estimula la hipófisis en la producción de testosterona y FSH, hormonas responsables de la producción de esperma y óvulos de calidad. Pero al ser una vitamina sensible al calor, hay que tomar las fuentes de vitamina E que son los frutos oleaginosos como la almendra o la pipa de girasol sin tostar, para que este nutriente active la fisiología de la fertilidad.
Por su parte, la vitamina C es antioxidante y, además de fortalecer nuestras defensas, evita el daño del material genético del ADN del esperma y el óvulo. En este caso hay que tomarla de los alimentos crudos y frescos como la fruta y la ensalada. Esta última, como es también termosensible, no está entre los alimentos que cocinamos.
Menú fértil con alimentos cocinados
Así, en esta época del año en el que predomina el frío, es importante diseñar nuestros menús semanales incluyendo en ellos alimentos propios de la temporada de otoño e invierno. Suelen ser alimentos que necesitan su cocción para poder ser consumidos, como son los nutritivos y reconfortantes potajes de legumbres y de cereal.
Por esto, elige todas las semanas platos calientes de legumbres como nuestras tradicionales lentejas pardiñas cocinadas con alimentos de temporada y que también aportan beneficios a tu fertilidad. Puede elegir la zanahoria, la calabaza o el boniato. Todos ellos son ricos en betacarotenos, una vitamina que mejora la calidad del óvulo, del esperma, del endometrio y del cuerpo lúteo, junto con otras verduras como el calabacín o el puerro.
Incluye también recetas con cereales como el risotto de arroz o nutritivos platos de verduras como la coliflor con bechamel.
Como ya hemos descrito en otros artículos el arroz es un alimento que favorece el bienestar emocional. Por su parte, la coliflor favorece la función del hígado de equilibrio hormonal y depuración. Todo esto es muy beneficioso de cara a optimizar la fertilidad humana.
Alimentos crudos para la fertilidad
Junto con este predominio de platos calientes y reconfortantes, y puesto que los alimentos crudos también pueden potenciar la fertilidad, podéis optar por las ensaladas. Os recomiendo preparar una ensalada pequeña, del tamaño de un bol, para el aporte de estas vitaminas, minerales y encimas únicos en los alimentos crudos. Eso os permitirá preservar la salud y la fertilidad en los meses fríos.
Os propongo hacer una ensalada fértil de raíces con alimentos de invierno, como zanahoria, remolacha, nabo y chirivía, todos ellos con propiedades para tu fertilidad.
Recetas de nutrición fértil
A continuación, os dejamos algunas de estas recetas, para que vuestro menú diario incluya vitaminas y nutrientes favorables para la fertilidad.
Risotto de setas
Elige verduras de temporada como cebolla, ajo, calabaza, calabacín, puerro y judía verde, junto con unas setas. Rehoga las verduras y las setas en aceite de oliva, junto con vino blanco y una hierba provenzal como la albahaca. A continuación, añade el arroz, rehoga, añade la sal, cubre de agua y cuece hasta que el arroz este cocido.
Potaje de legumbres a la campesina
Elige una legumbre como la lenteja, la judía o el garbanzo. Déjala a remojo toda la noche o cómprala ya hervida en tarro de cristal. Prepáralas junto con calabaza, zanahoria, calabacín, puerro, apio, cebolla, ajo, boniato y patata.
Para ello, primero rehoga las verduras en aceite de oliva, añade un poquito de pimentón dulce y laurel. Cuando estén rehogadas, añade la legumbre, junto con patata y boniato, cúbrelas de agua, condimenta con sal y déjalas cocer hasta que el potaje este cocinado.
Coliflor con bechamel
Cuece la coliflor, previamente cortada en trocitos pequeños. Una vez cocida, cúbrela con la bechamel, espolvorea queso rallado y hornéala.
Para hacer la bechamel, añade unas cucharadas de harina de espelta en aceite de oliva previamente caliente. Remueve con cuidado y cuando esté tostada y burbujee, añade despacio la leche de arroz y ve removiendo hasta que espese. Se puede condimentar añadiendo nuez moscada.
Ensalada fértil de raíces
Prepara las verduras de invierno como zanahoria, remolacha, nabo y chirivía. Límpiala y rállalas con el rallador en un cuenco y condimenta con un aliño de aceite de oliva, vinagre de manzana, jengibre rayado y semillas de girasol.
Recuerda que en miniFIV no solo te ayudamos en tu deseo de ser madre mediante tratamientos médicos, sino que también te asesoramos en temas nutricionales para optimizar tu fertilidad y que tengas un embarazo lo más saludable posible. Llámanos o contáctanos y te explicaremos todo lo que podemos hacer por ti.