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Infecciones del aparato reproductor y sus efectos sobre la fertilidad femenina
Conoce las causas, síntomas y posibles efectos de las infecciones vaginales. Aunque a veces no presentan síntomas, pueden llegar a afectar a tu fertilidad.
Aunque parezca extraño, prácticamente todas las mujeres han sufrido en algún momento de su vida algún tipo de infección vaginal. Aunque hay ocasiones que son asintomáticas, generalmente se trata de algo molesto e incómodo.
En el caso de mujeres en edad reproductiva, uno de los mayores miedos cuando aparecen este tipo de infecciones es el posible daño sobre la capacidad reproductiva.
Hoy hablaremos de las causas, síntomas y posibles efectos de las infecciones vaginales con el objetivo de resolver las dudas más comunes al respecto.
¿Qué es la flora vaginal?
Al conjunto de microorganismos que habitan en el aparato reproductor de la mujer se le conoce como “flora vaginal” o “microbiota vaginal”, compuesta por hongos, bacterias y virus. No se trata de algo constante, sino que varía a lo largo de las diferentes etapas reproductivas de la vida de la mujer e incluso a lo largo del ciclo menstrual debido a los cambios hormonales.
Para mantener el correcto funcionamiento del organismo, la microbiota ha de estar en perfecto equilibrio. Un desajuste en este sentido puede derivar en una infección, debido al crecimiento mayoritario de uno de estos microorganismos.
Por otra parte, este conjunto de microorganismos protege de la entrada de otros microorganismos patógenos. Por ejemplo, aquellos que se transmiten a través de las relaciones sexuales. Estas infecciones dan lugar a las llamadas ETS (enfermedades de transmisión sexual), otro tipo de infecciones del aparato reproductor. Las más comunes son la gonorrea, sífilis, clamidia, herpes, VPH (papiloma humano), VIH, etc.
Síntomas de la infección vaginal
Como hemos comentado, un desequilibrio en la flora vaginal puede derivar en una infección de mayor o menor gravedad, dependiendo de cada caso.
Las infecciones más comunes son la candidiasis y la vaginosis bacteriana.
Aunque los síntomas pueden variar dependiendo de la infección determinada que se padezca, las molestias que más habitualmente se producen por este tipo de infecciones son:
- Olor fuerte de la zona genital.
- Ardor y/o picor de leve a moderado.
- Aumento del flujo vaginal y cambio de su color y textura.
- Dolor al orinar o al mantener relaciones sexuales.
- Vaginitis (inflamación de la vagina).
Otra consecuencia importante que puede derivarse de las infecciones vaginales o vulvares es la EIP o enfermedad inflamatoria pélvica. Se produce cuando el microorganismo que ha causado infección vaginal viaja hasta otras zonas del aparato reproductor de la mujer como las trompas de Falopio, el útero o los ovarios.
Algunas ETS como la gonorrea o la clamidia pueden desencadenar en una EIP, especialmente cuando la mujer padece este tipo de infección sin darse cuenta, es decir, de forma asintomática.
Hay una gran cantidad de infecciones que son asintomáticas en muchas mujeres, pero no por ello deben dejar de ser tratadas. La mayoría pueden eliminarse fácilmente con antibióticos sin derivar en males mayores, siempre y cuando se detecten a tiempo. Por tanto, es fundamental acudir de forma periódica a las revisiones ginecológicas y realizar cultivos cervicales y citologías cuando el especialista lo indique.
Consecuencias sobre la fertilidad
Lo más habitual es que una infección vaginal sea de gravedad baja y no desencadene otras patologías o consecuencias sobre la fertilidad de la mujer. Sin embargo, especialmente en mujeres propensas a padecer este tipo de infecciones, existe el riesgo de que la bacteria afecte no solo a la vagina sino a otras zonas, lo cual sí puede resultar grave.
Un ejemplo lo tenemos en aquellas infecciones vaginales que derivan en endometritis (inflamación del endometrio). Se ha visto que esta alteración uterina puede aumentar la probabilidad de embarazo ectópico, aborto y complicaciones para lograr la gestación.
Si la infección se traslada hasta las trompas de Falopio, la unión de óvulo y espermatozoide (fecundación) puede complicarse y, por tanto, hablaríamos de infertilidad como una consecuencia de la infección.
En cualquier caso, insistimos en la importancia de acudir a las revisiones ginecológicas, no solo cuando detectemos algún síntoma sospechoso sino de forma periódica para mantener un buen estado de salud reproductiva.