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Embarazos de riesgo y Reproducción Asistida
“¿Voy a tener un embarazo “normal”? Como ha sido con FIV, mi embarazo es de alto riesgo, ¿verdad?”. Son algunas de las preguntas que nos encontramos con más frecuencia los ginecólogos que nos dedicamos a la Reproducción Asistida y algunos de los miedos que presentáis muchas pacientes antes del tratamiento.
Pues bien, un embarazo obtenido mediante una fecundación in vitro o mediante cualquier otra técnica de Reproducción Asistida va tener a priori una evolución exactamente igual que un embarazo conseguido de forma natural.
Es verdad que, en muchos casos, las parejas recurren a un tratamiento de Reproducción Asistida por un problema o patología de alguno de los miembros. En ese caso el riesgo del embarazo va a venir determinado por ese problema que tenía la pareja anteriormente, pero no por la técnica en sí.
La importancia de la edad materna
Un ejemplo claro es la edad materna. Sabemos que cuanto mayor es la edad de la mujer, mayor va a ser el riesgo de presentar distintas alteraciones durante el embarazo y el parto (por ejemplo, problemas de diabetes gestacional o problemas de hipertensión arterial).
El riesgo de una paciente de edad “avanzada” que se quede embarazada va a ser el mismo independientemente de que el embarazo haya sido conseguido de forma natural o mediante una técnica de Reproducción Asistida.
Por este motivo cada vez le damos más importancia al estado de salud de la madre antes de someterse a un tratamiento de fecundación in vitro. Es lo que llamamos la salud preconcepcional: intentar llegar al momento del embarazo en las mejores condiciones posibles. Sabemos que factores como tener un peso óptimo, evitar tóxicos (alcohol, tabaco…), una dieta sana, el ejercicio moderado y habitual o una correcta suplementación con ácido fólico van a ayudarnos a mantener estos riesgos a raya.
Transferencia de un único embrión
Otro factor que tener en cuenta es el esfuerzo que se está realizando por parte de la mayoría de los especialistas en fertilidad para reducir la tasa de embarazos múltiples. Un embarazo de gemelos va a ser siempre un embarazo de alto riesgo, y hoy en día constituye una de las principales causas de morbilidad y mortalidad neonatales (especialmente por el alto porcentaje de partos prematuros que presentan).
Un tratamiento de fecundación in vitro no va aumentar automáticamente las posibilidades de tener un embarazo gemelar. Eso va a depender fundamentalmente del número de embriones que se transfieren al final del tratamiento.
Por esto, cada vez intentamos fomentar más la transferencia de un único embrión (SET, por sus siglas en inglés). A esto nos están ayudando las mejoras en los métodos de selección embrionaria (como por ejemplo el cultivo de embriones a día cinco). De todas formas, recordemos que aquí va ser muy importante individualizar cada caso para poder recomendarle a cada pareja lo que será mejor para ellos.
Embarazos de riesgo
Por tanto, los controles médicos durante el embarazo y el saber si calificamos a esa gestación como de alto riesgo va a depender fundamentalmente de las características de esa mujer concreta y de ese embarazo concreto y no tanto de cómo se consiguió la gestación.
En definitiva, lo más importante para intentar minimizar los posibles riesgos de la gestación y el parto será prestar atención a la salud preconcepcional, antes de realizar el tratamiento, para intentar llegar al embarazo con las mejores condiciones posibles.