Elegir un tratamiento de fertilidad: todo lo que necesitas saber

Hemos hablado en muchas ocasiones de los distintos modelos familiares que la reproducción asistida ha permitido crear. La sociedad ha integrado plenamente a familias monomarentales y homoparentales, así como a madres o padres en torno a los 40 años.

En el Día Mundial de las Familias, nos planteamos cómo se crean esos modelos de familia. ¿Qué tratamientos de fertilidad existen para tener un hijo? ¿Por dónde empezar, si tu embarazo no llega? ¿Qué es más adecuado, según el perfil de cada paciente? En este blog resumimos los tratamientos de fertilidad y las técnicas más habituales en medicina reproductiva.

El primer paso en un tratamiento de fertilidad

El primer paso antes de iniciar un tratamiento de fertilidad es realizar un balance, a ambos miembros de una pareja o a la mujer, si es que esta se plantea ser madre en solitario. El especialista prescribirá una serie de pruebas y analíticas que determinarán cuál es el mejor tratamiento para conseguir el embarazo.

En miniFIV ponemos a vuestra disposición una primera visita gratuita para aclararos todas las dudas que tengáis. Queremos que toméis decisiones con la máxima información posible. Para ello, podéis llamarnos o rellenar nuestro formulario electrónico y os contactaremos.

¿Qué es una fecundación in vitro?

Sin duda la fecundación in vitro (FIV) es el tratamiento más popular y, sin embargo, sigue generando dudas y preguntas. Básicamente, consiste en llevar a cabo en un laboratorio la unión de un óvulo y un espermatozoide. Posteriormente, se transferirá el embrión resultante al útero de la futura madre.

Una vez realizado el estudio de fertilidad, la FIV comienza con una estimulación ovárica, a la que seguirá la punción folicular. En esta se obtendrán los mejores ovocitos que haya generado la mujer, para proceder a la fecundación en el laboratorio.

La punción es una intervención que dura entre 10 y 15 minutos y se realiza bajo sedación. Poco después la mujer puede retomar su actividad habitual, a la espera de los resultados que le comunicarán desde el laboratorio.

La FIV puede además ser con ICSI, en cuyo caso se elige directamente el mejor espermatozoide y se inyecta en el óvulo. Si éste ha sido fecundado, se dejará evolucionar unos días hasta que sea un blastocisto de calidad óptima, descartando los que no lleguen a término.

Una vez elegido el mejor embrión y cuando el endometrio se encuentre en el momento óptimo, se programa la transferencia. Esta intervención dura menos cinco minutos y no requiere anestesia, el embrión se introduce a través de una cánula muy fina y la paciente puede hacer vida normal hasta el día del análisis de sangre en el que conocerá si está embarazada.

Inseminación artificial: el tratamiento de fertilidad menos complejo

En función del diagnóstico y el pronóstico de la paciente, el especialista puede aconsejar una inseminación artificial. O, por ejemplo, en el caso de mujeres sin pareja o parejas de mujeres que no presenten un cuadro de infertilidad, pero necesiten esperma de donante para conseguir el embarazo.

Para realizar este tratamiento de fertilidad, es necesario realizar un control ecográfico para conocer el estado de la fertilidad de la mujer. Puede pautarse una estimulación hormonal suave, si es necesario. Paralelamente, en el laboratorio se elegirán los mejores espermatozoides de la muestra de semen de la pareja o de un donante. Estos se introducirán en el útero de la mujer en su momento más fértil, para maximizar las posibilidades de éxito.

El método ROPA, maternidad para dos mujeres

Las parejas de mujeres pueden también ser madres gracias al método ROPA, que las implica a ambas. Se trata de que una de ellas aporte los óvulos y la otra sea la madre gestante, que también transmitirá su carga genética gracias a la epigenética.

Antes de poner en marcha esta técnica, se realizará igualmente un balance de fertilidad a ambas mujeres. Así se decidirá de manera consensuada quién aportará los ovocitos y quién se quedará embarazada.

En este vídeo la doctora Nereida Galajares explica más sobre el método ROPA:

Tratamientos de fertilidad con óvulos o esperma de donante

En determinados casos, el especialista aconseja a la paciente realizar un tratamiento con óvulos de donante. Si además se utiliza el esperma también de un donante, hablamos de una doble donación.

El proceso por el cual se selecciona a las donantes es exhaustivo. Comprende varias pruebas médicas, psicológicas y tests genéticos. Además, se busca a mujeres con el fenotipo y los rasgos físicos más parecidos a la paciente. De esta manera, en un tratamiento con gametos donados se garantiza la máxima compatibilidad entre donante y receptora.

Una vez seleccionados los óvulos o el esperma, el proceso es como el de una FIV convencional. La mujer no necesita una estimulación ovárica pero sí se le hace un seguimiento para que su endometrio esté en el momento preciso para la transferencia embrionaria.

La preserva de la fertilidad, o cómo parar el tiempo

En ocasiones, una mujer sabe que quiere ser madre pero no se encuentra en el momento adecuado, por cuestiones personales o laborales. O bien, no sabe si será madre en el futuro, pero quiere conservar las opciones para cuando llegue el momento. En estos casos, la preserva de la fertilidad es la mejor opción.

Para ello, la mujer realiza un protocolo de estimulación ovárica, que puede ser con baja estimulación, y se programa una punción. Los óvulos que se extraigan, después de ser evaluados para determinar su calidad, se vitrificarán con una técnica que permitirá garantizar que en el momento de la descongelación conservarán sus propiedades. Por eso se habla de “parar el tiempo”, porque cuando llegue el momento de utilizarlos tendrán la misma “edad” que cuando se vitrificaron.

Elige un tratamiento de fertilidad con baja estimulación

En miniFIV somos expertos en tratamientos de estimulación suave. Esto implica que nuestros protocolos de estimulación ovárica previos a la punción prescriben una dosis hormonal inferior, por lo tanto menos medicación. La razón es que primamos la calidad de los ovocitos frente a la cantidad.

Por lo demás, estos tratamientos prosiguen con una FIV convencional y se obtienen los mismos resultados. Todas las mujeres son buenas candidatas para este tipo de estimulación, aunque siempre es necesario realizar el balance previo para determinar el pronóstico de la paciente.

Así, son muchas las opciones para crear una familia, si ese es tu sueño. Recuerda que estamos a tu disposición para aclarar cualquier duda que tengas antes de iniciar un tratamiento.