Cuidados después de la inseminación artificial

La inseminación artificial (IA) es uno de los tratamientos de fertilidad más demandados en la actualidad junto a la fecundación in vitro (FIV). De hecho, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en 2020 se realizaron más de 24 000 tratamientos de IA en nuestro país. Esta técnica no solo destaca por su reducida complejidad, sino también por ser la que más respeta el entorno natural de los gametos. A continuación, veremos en qué consiste una IA y cuáles son los síntomas posteriores más habituales. También hablaremos sobre los cuidados después de una inseminación artificial y cómo eliminar las hormonas después de una inseminación artificial.

¿En qué consiste una inseminación artificial?

La inseminación artificial (IA) es un tratamiento de fertilidad en el que se deposita una muestra de semen procesada en el interior del útero. Puede ser una inseminación artificial conyugal (IAC) o una inseminación artificial de donante (IAD). Para realizarla, el ginecólogo inserta una cánula en la cavidad uterina de forma transvaginal mediante control ecográfico. Para aumentar las posibilidades de embarazo, este procedimiento suele llevarse a cabo durante la ovulación, la cual se produce en la mitad del ciclo menstrual si estos son regulares.

En este vídeo el Dr. Enrique García, ginecólogo de miniFIV, nos explica en qué consiste este tratamiento:

Después de una inseminación artificial, la mujer debe reposar entre 15 y 25 minutos. Posteriormente, no será necesario guardar reposo a menos que el especialista lo indique. Por su parte, la prueba de embarazo puede hacerse pasados 15 días. El periodo que comprende desde que finaliza el tratamiento de fertilidad hasta confirmar si se ha logrado la gestación se conoce como betaespera. En caso de que el test de embarazo se realice antes de tiempo, los resultados no serán concluyentes y, por tanto, podrán aparecer falsos positivos o negativos.

Efectos secundarios después de una inseminación artificial

La mujer suele seguir un tratamiento hormonal con progesterona desde el día de realización de la IA. El objetivo de ello es contribuir a un estado adecuado del útero y favorecer la implantación embrionaria. Sin embargo, es posible que esta medicación y los fármacos administrados durante la estimulación ovárica ocasionen síntomas que pueden confundirse con los del embarazo. Los efectos secundarios más habituales después de una inseminación artificial son:

• Dolor en el abdomen.
• Hinchazón del vientre y los pechos.
• Molestias en el útero.
• Mayor necesidad de micción.
• Flujo vaginal amarillo o transparente.
• Manchado de color marrón.

Cuidados después de la inseminación artificial

Por lo general, no es necesario que la mujer realice ningún cambio en su estilo de vida después de una inseminación artificial, salvo llevar una dieta saludable y beber mucho líquido. Sin embargo, si tiene un trabajo que pueda conllevar riesgos para su salud, es posible que se requiera la baja laboral. Según los especialistas, es recomendable seguir estas indicaciones:

1. No realizar esfuerzos físicos

Se deben evitar todas aquellas actividades que supongan un gran esfuerzo físico, como los deportes de alta intensidad o cargar mucho peso. No obstante, tampoco es favorable guardar un reposo absoluto, puesto que está demostrado que este no aumenta las posibilidades de éxito del tratamiento de fertilidad.

2. Mantener relaciones sexuales

Es aconsejable tener sexo entre 8 y 12 horas después de una inseminación artificial. El motivo de ello es que las contracciones uterinas contribuyen al ascenso de los gametos masculinos que han sido colocados en el útero, lo que favorece la consecución del embarazo.

3. No hacer cambios en la medicación hormonal

La medicación hormonal recomendada no debe abandonarse o modificarse sin supervisión médica. Pero ¿cómo eliminar las hormonas después de un tratamiento de fertilidad? Lo más adecuado es consumir alimentos ricos en omega-3 (nueces, huevos fortificados, sardinas…) y fitoestrógenos (arroz, soja, lentejas…), evitando los alimentos procesados.

4. No obsesionarse con los síntomas de embarazo

Los síntomas de embarazo son muy variables de una mujer a otra. De hecho, es posible no experimentar ninguno de ellos. En cambio, si la mujer presenta un sangrado vaginal abundante u otros molestos síntomas, siempre debe consultar con el especialista.

5. Intentar relajarse durante la betaespera

Los ejercicios de respiración y relajación pueden ayudar a combatir el estrés y la ansiedad característicos de esta etapa. Para ello, disciplinas como el yoga o dar paseos al aire libre son actividades muy beneficiosas para mantener una actitud positiva.

6. Prepararse para los resultados

Es importante prepararse tanto para un resultado positivo como negativo, puesto que no siempre se logra la gestación con el primer intento. Sin embargo, la tasa de éxito de la IA es acumulativa, lo que significa que las posibilidades de quedarse embarazada aumentan con el número de intentos.

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