¿Qué es la criptorquidia y cómo afecta a la fertilidad masculina?

Hablamos de criptorquidia cuando un testículo no desciende a su lugar correcto en el escroto antes del nacimiento o tras los primeros meses de vida. También puede darse el caso de que el testículo se retraiga con los años. Todo ello podría dar lugar en el futuro a problemas que incluyen la infertilidad.

Hoy en el blog explicamos todo lo referente a la criptorquidia: causas, cómo detectarla y cómo y cuándo tratarla. Hablamos también de criptorquidia y fertilidad.

¿Qué es la criptorquidia?

La criptorquidia afecta a un 3% de los recién nacidos y a un 1% de los niños menores de un año. Esta patología se da cuando un testículo no baja a su lugar en el escroto, dentro del desarrollo normal de un bebé antes de nacer. Por eso es más común entre los prematuros. Normalmente, la criptorquidia afecta solo a un testículo, aunque a veces son ambos los implicados.

Los testículos se forman en la parte interior del feto y, durante los últimos meses de embarazo, se desplazan hacia abajo desde el área del estómago, moviéndose a través del canal inguinal hasta el escroto. Si se trata de un testículo no descendido, este proceso se detiene o se retrasa.

Síntomas y diagnóstico

El principal síntoma de la criptorquidia es no ver ni sentir un testículo en el escroto. Puede detectarse durante un examen realizado poco después del nacimiento.

Si el testículo no se ha movido hacia el escroto a los 3-4 meses de edad, es posible que esta condición no se corrija sola. El tratamiento de un testículo descendido cuando el niño todavía es un bebé podría reducir el riesgo de futuros problemas de salud. Entre ellos podrían estar el cáncer testicular o la infertilidad.

Por otro lado, también puede darse la situación contraria. Algunos niños (entre bebés y preadolescentes) han nacido con los dos testículos descendidos, pero tiempo después se detecta la falta de uno de ellos.

Causas de la criptorquidia

Se desconoce la causa exacta de un testículo no descendido. Los genes, la salud de la madre y otros factores, pueden actuar de forma combinada. Juntos pueden alterar el equilibrio hormonal, los cambios físicos durante el desarrollo fetal o la actividad nerviosa. Todo ello juega un papel importante en el desarrollo de los testículos.

Existen, eso sí, una serie de factores que podrían aumentar el riesgo de una criptorquidia en un recién nacido:

• Parto prematuro o bajo peso al nacer
• Antecedentes familiares de testículos no descendidos
• Complicaciones perinatales en el recién nacido como patologías de la pared abdominal
• Diabetes gestacional
• Consumo de alcohol o tabaquismo durante el embarazo
• Exposición a pesticidas durante la gestación

Tratamiento de la criptorquidia

El objetivo del tratamiento en caso de criptorquidia es desplazar el testículo no descendido hacia su lugar correcto en el escroto. El tratamiento antes del año de edad podría reducir el riesgo de desarrollar los problemas de salud antes mencionados relacionados con esta condición. En general, los expertos recomiendan que la cirugía de corrección se realice antes de los 18 meses de edad.

Cirugía

La gran mayoría de casos de testículos no descendidos se reparan con cirugía. La operación se denomina orquidopexia y consiste en mover el testículo dentro del escroto y ‘anclarlo’ en su posición correcta. El momento idóneo para esta cirugía dependerá de la salud del neonato y la complicación del procedimiento. Existen dos posibilidades:

• Se realiza una pequeña incisión en el vientre para localizar un testículo en el área abdominal. En el mismo procedimiento, el cirujano puede repararlo.
• Cirugía abierta. La incisión en este caso es mayor y permite buscar un testículo en el área abdominal o en la ingle.

También se pueden realizar pruebas de imagen para localizar testículos no descendidos después del nacimiento.

Tratamiento hormonal

Este implica la administración de inyecciones de la hormona hCG (gonadotropina coriónica) para ayudar a que el testículo se desplace. No obstante, este tratamiento resulta menos eficaz que la cirugía, que además elimina, en la mayor parte de los casos, el riesgo de infertilidad en el futuro.

Criptorquidia y fertilidad

Criptorquidia y fertilidad pueden estar relacionados, si no se ha tratado. La temperatura testicular debe ser ligeramente inferior a la del resto del cuerpo. Por eso, si el testículo no ha descendido, esto puede alterar su temperatura y con ello, afectar a la calidad espermática. Existen además otras complicaciones:

• Cáncer testicular. El riesgo es mayor en varones en los que el testículo no descendido se localiza en el abdomen y cuando se trata de criptorquidia bilateral. En este caso, la cirugía podría reducir el riesgo de cáncer testicular.
• Problemas de fertilidad, que pueden agravarse cuando el testículo no descendido no recibe tratamiento a corto plazo.
• Torsión testicular. Esta es una patología dolorosa que bloquea la llegada de sangre al testículo. Sin un tratamiento rápido, el testículo puede dañarse hasta tal punto que sea necesario extirparlo mediante cirugía.
• Traumatismo. La presencia de un testículo en la zona inguinal puede dañarlo por la presión contra el hueso púbico
• Hernia inguinal

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