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Salud sexual y reproductiva 17 julio 2020 | By Minifiv
Comité Editorial Blog miniFIV

Apoyo psicológico ante la infertilidad secundaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la infertilidad como “una enfermedad del aparato reproductor definida por la incapacidad de conseguir un embarazo tras doce o más meses de relaciones sexuales sin protección”. La infertilidad femenina secundaria, la cual se da en las mujeres que ya han tenido un hijo pero no logran quedarse embarazadas de nuevo, conlleva un alto impacto psicológico en la mayoría de las pacientes y, en algunos casos, puede derivar en situaciones de estrés o depresión. Muchos estudios presentan tratamientos para afrontar las emociones y sentimientos negativos de forma efectiva. A continuación vamos a explicar qué es la infertilidad secundaria y cuáles son sus causas y posibles soluciones. También analizaremos su impacto psicológico y tratamiento.

 

Qué es la infertilidad secundaria, causas y soluciones

Hablamos de infertilidad secundaria cuando una mujer, tras haber dado a luz a un hijo, no logra el embarazo de nuevo tras intentarlo durante un periodo aproximado de un año (o seis meses, en algunos casos) sin utilizar protección. Las causas más frecuentes que ocasionan infertilidad femenina secundaria tienen que ver con factores como la edad (a partir de 35 años), desajustes hormonales o de ovulación, endometriosis u otras enfermedades (genéticas o posteriores al último parto tales como diabetes, problemas de tiroides o adherencias intrauterinas). Estas causas guardan similitudes con las de la infertilidad primaria (cuando nunca se ha logrado el embarazo). Sin embargo, el hecho de no poder tener más hijos puede resultar tan o más difícil de asimilar, debido a que ya han tenido uno o más hijos de forma natural.

La infertilidad secundaria afecta en torno al 10 % de las parejas en edad reproductiva de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, una de cada diez mujeres tiene dificultades para lograr un segundo embarazo. Además, la infertilidad secundaria repercute por igual tanto en hombres (30 %) como en mujeres (30 %); siendo un 20 % de los casos de causa mixta, y el 20 % restante de origen desconocido. No obstante, se recomienda que, aunque la infertilidad se descubra en uno de los miembros de la pareja, se realicen pruebas en el otro cónyuge; ya que el estudio debe realizarse de manera sistemática en los dos. En cualquier caso, para que el proceso resulte satisfactorio es necesario que la pareja muestre interés en solucionar la problemática de la infertilidad, también en el plano psicológico.

Las alternativas más efectivas para aquellos que quieran volver a concebir, igual que ocurre en pacientes con infertilidad primaria, son los tratamientos de reproducción asistida, como por ejemplo la fecundación in vitro (FIV) en ciclo natural o la inseminación artificial (IA). Sin embargo, algunas parejas con infertilidad secundaria pueden mostrarse un poco más reticentes a buscar ayuda debido a que ahora tienen que aceptar que necesitan una ayuda médica que no necesitaron antes para concebir. Además, estas parejas pueden recibir un menor apoyo social con respecto a las de sufren infertilidad primaria, ya que muchos consideran que deben sentirse felices con su hijo o hijos, lo que genera sentimientos de culpabilidad en la pareja. Es especialmente en estos casos cuando resulta necesario recibir un apoyo psicológico y emocional que trataremos a continuación.

 

El acompañamiento psicológico ante la infertilidad secundaria

La infertilidad secundaria y primaria generan un impacto psicológico negativo a las parejas, generalmente más notable en las mujeres. De hecho, distintos estudios señalan que entre el 25 y el 65 % de los pacientes que acuden a clínicas de reproducción asistida presentan niveles significativos de estrés y ansiedad. De ahí que la orientación y la intervención psicológica adquieran un papel fundamental, ya que nos dan la posibilidad de manejar situaciones complejas en casos de infertilidad secundaria. El objetivo de este apoyo es, por tanto, mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ello, en la actualidad, nuestra clínica ofrece la posibilidad del acompañamiento psicológico, apoyando a los pacientes en todo el proceso del tratamiento de reproducción asistida, tal y como puedes consultar en la el sección de acompañamiento psicológico de Minifiv.

Siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, por sus siglas en inglés); el Grupo de Interés en Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) elaboró las Guías de evaluación, consejo, apoyo e intervención psicológica en reproducción asistida. En ellas se explican los problemas emocionales más frecuentes que experimentan los pacientes diagnosticados de infertilidad secundaria y primaria. Entre estos, destacan el estrés, la ansiedad, problemas con la pareja, sentimientos de culpabilidad e incluso situaciones de aislamiento social y personal. Además, algunos pacientes que son sometidos a un tratamiento médico de reproducción asistida pueden sufrir alteraciones emocionales.

Para atender los problemas psicológicos derivados de la infertilidad secundaria, los expertos señalan que la terapia más adecuada es aquella que combina de forma estratégica la intervención individual, en pareja y en grupo. De esta forma, se logran reducir de forma significativa los niveles de ansiedad y estrés, promoviendo un mayor autocontrol, autoestima y optimismo. Por su parte, el Grupo de Interés en Psicología de la Sociedad Española (SEF) también ha establecido un programa de apoyo psicológico; cuyo objetivo consiste en acompañar al paciente en las distintas fases del tratamiento.

Si analizamos las fases de la terapia psicológica, es habitual que en primer lugar el psicólogo valore el estado físico y emocional del paciente a través de una entrevista clínica antes de comenzar el tratamiento. En la siguiente fase, el objetivo principal consistirá en disminuir los niveles de ansiedad y depresión de los pacientes con infertilidad secundaria; mejorando sus hábitos de vida para combatir esas emociones negativas a través de la comunicación con la pareja y el apoyo social. Finalmente, se podrán tomar decisiones sobre el deseo de tener de nuevo o no un bebé mediante los tratamientos de reproducción asistida. Los pacientes recibirán información sobre estos para analizar las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.

En lo referente a las reacciones más frecuentes observadas en aquellos que optan por los tratamientos de fertilidad, destaca la gran impaciencia por obtener resultados al inicio del programa, especialmente en la fase de estimulación ovárica. No obstante, los estados de ánimo y la duración del proceso también variarán en función del tratamiento de fertilidad por el que se opte.

Conviene señalar que, aunque la terapia debe ser siempre individualizada y adaptarse a cada paciente, existen ciertas recomendaciones generales que pueden seguirse para cumplir con éxito el programa. De esta forma, puede ser de gran utilidad informarse lo mejor posible sobre la infertilidad secundaria, normalizar los síntomas y sentimientos, desdramatizar la situación y apoyarse en familiares y amigos cercanos. Asimismo, el aprendizaje de técnicas de relajación, mejorar la comunicación con la pareja y promover la confianza en uno mismo son otros de los puntos esenciales que podrán tratarse durante la terapia.

Si deseas recibir más información sobre el tratamiento de fertilidad que mejor se adecue a tu caso, no dudes en solicitar cita en Minifiv con nuestro equipo de profesionales expertos. Un especialista analizará tu caso y te recomendará el tratamiento que mejor se adapte a ti y a todas tus necesidades. Ofrecemos tratamiento psicológico durante el tratamiento y, además, tu primera cita en Minifiv es totalmente gratuita.

 

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